Uno de los elementos que caracteriza al municipio de San Lorenzo de El Escorial es, sin duda, su entorno natural. A continuación presentamos una síntesis del mismo, atendiendo a los diferentes elementos que conforman el medio físico de este ámbito de la Comunidad de Madrid.
Localización
El Municipio de San Lorenzo de El Escorial ocupa una extensión de 56,4 km cuadrados, a poco más de 49 km de la ciudad de Madrid.
Se enmarca en un rectángulo de 10.262,5 metros de anchura por 14.249,7 metros de longitud, entre las cordenadas 4.501.307,7 a 4.491.045,2 m de latitud y 398.633,0 a 412.882,7 m de longitud, en el huso 30 de la proyección UTM.
Limita por el norte con los municipios de Guadarrama y Collado Villalba, así como con la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y por el sur con Robledo de Chavela y Valdemorillo. Linda al este con El Escorial y Galapagar y con Santa María de la Alameda al o este.
El relieve de San Lorenzo de El Escorial muestra dos zonas bien diferenciadas: la Sierra y la zona deprimida del valle del río Guadarrama. La primera, localizada al oeste de la carretera M-600, alcanza desniveles próximos a los 700 metros. La segunda, al este de la misma carretera, tiene un desnivel que apenas 70 metros.
Las mayores altitudes se localizan en toda la línea de cumbres que forma el límite occidental del término municipal, siendo el Pico de Abantos el punto de mayor altitud dentro del municipio, con 1.753 metros sobre el nivel del mar. En el extremo septentrional se encuentra la zona de Cuelgamuros (1.332 metros) y en el más meridional el área de La Herrería, donde se ubica la Silla de Felipe II (con 1.100 metros) ubicada a los pies de las Machotas (1466 m. ya en término municipal de Zarzalejo).
Las zonas de menor altitud (875 metros) se sitúan en el extremo nororiental del término municipal, coincidiendo con el valle del río Guadarrama, concretamente en las zonas de El Campillo y Los Negrales, sobre la que discurren diversos arroyos (Guatel primero y segundo) que desaguan en dicho río.
Esta diferencia de altitud de casi 890 metros queda reflejada dentro del término municipal por una gradual elevación del relieve, incrementándose la altitud desde la zona oriental hasta el sector más central del mismo, en plena Sierra.
El casco urbano de San Lorenzo de El Escorial se encuentra en torno a los 1.100 metros sobre el nivel del mar.
Evolución geológica
El origen geológico del territorio de San Lorenzo de El Escorial se encuentra ligado a la evolución de la meseta castellana, en el arrasamiento (peneplanización pretriásica) del antiguo Macizo Hespérico, que provocó su transformación en una penillanura.
Tras este periodo, durante el Secundario, toda la zona quedó emergida, sufriendo incesantes procesos de erosión hasta el Cretácico, en el que se produjo la transgresión Cenomanense y el mar la cubrió.
A principios del Terciario, el mar comenzó a retirarse y la zona se fracturó, produciéndose el hundimiento definitivo de las principales depresiones de la Meseta, sobre las que se fueron depositando potentes capas de materiales continentales.
A principios del Mioceno se produce un proceso de basculamiento general. Bajo un clima árido y un régimen de deposición endorreico (en el que el agua no tenia salida), comienzan a sedimentarse materiales de facies detríticas (compactadas tras la sedimentación), con importantes cambios laterales y transiciones a facies evaporíticas (formadas por cristalización).
A finales de éste periodo y durante todo el Pontiense, se produce un cambio climático que facilita la instalación de una red fluvial bien definida, con abundantes depósitos de materiales conglomeráticos en sus márgenes.
Posteriormente, ya en el periodo Cuaternario, se producen oscilaciones climáticas que traen consigo periodos áridos y lluviosos, lo que determina la deposición-denudación (erosión) de los distintos materiales.
Debe tenerse en cuenta que la Meseta basculaba durante el Triásico hacia el este, por lo que la zona occidental se mantuvo desde sus inicios sometida a unos profundos e importantes procesos erosivos y de arrasamiento, mientras que en su zona oriental, el movimiento del mar en su línea de costa cubría el territorio. De este modo, las diferentes fases transgresivas y regresivas del Mesozoico determinaron el máximo avance marino y, por tanto, que los materiales y sedimentos cretácicos (época de máxima transgresión) se apoyasen directamente sobre el zócalo arrasado de la Meseta.
Es durante el Eoceno, con los movimientos orogénicos alpinos, cuando la Meseta sufre su transformación más importante: se producen abombamientos y fracturaciones, que son la génesis de los macizos montañosos y de las grandes depresiones.
Al llegar al Neógeno, lo que en un principio era una amplia penillanura o superficie de arrasamiento, se ha transformado en una morfoestructura de bloques hundidos y elevados, en los que los horts o unidades morfoestructurales levantadas van a ser las áreas de alimentación de sedimentos para las unidades hundidas. Estas depresiones se van rellenando de sedimentos procedentes de la erosión de las unidades más elevadas.
Geología
En San Lorenzo de El Escorial se identifican dos zonas diferenciadas por los tipos de rocas que presentan: rocas metamórficas y depósitos pleistocenos y holocenos.
Rocas metamórficas
Abarcan la mayor parte del término municipal y están constituidas por materiales ígneos y metamórficos procedentes de la deformación y meteorización de los materiales del zócalo hercínico. Esta zona está formada por afloramientos de rocas graníticas hercínicas que se intuyen sobre los materiales metamórficos, y por metasedimentos (esquistos, paraneises y rocas calcosilicatadas y carbonatadas fuertemente deformadas y recristalizadas).
Dentro de las Rocas metamórficas encontramos metasedimentos, rocas ígneas pre-hercínicas y rocas ígneas hercínicas.
- Metasedimentos del Dominio de El Escorial. Se corresponden con depósitos de Esquistos y paraneises que aparecen al Oeste de la M-600, en la zona denominada como La Pizarra. Son rocas oscuras de grano constituidas por cuarzo, biotita, cordierita, feldespato potásico y plagioclasas.
- Rocas prehercínicas. Entre los que encontramos:
- Ortoneises glandulares graníticos. Son las rocas metamórficas más abundantes de la zona, y junto con los leuconeises, constituyen los materiales ígneos pre-hercínicos existentes en el municipio. Se presentan como una serie de intrusiones graníticas pre-hercínicas, cuya cronología es confusa. Estos depósitos, que irían desde el Cerro de la Cancha, en el extremo Suroeste del término municipal, hasta el área en el que la carretera M-600 entra en el municipio, conforman los materiales con mayor representación de todo el término municipal, ocupando toda la zona del Pinar de Abantos, Solanas de la Penosilla, Enmedio y de las Cebadillas, y el área de la Umbrías de las Raíces.
- Granitos biotíticos de grano medio a grueso. Tipo El Pendolero-Peguerinos. Localizados en el extremo noroccidental del municipio, en el enclave de Cuelgamuros y al Norte del Arroyo del Boquerón, son afloramientos que rodean al siguiente grupo de Adamellitas y que presentan un grado de meteorización muy importante.
- Adamellitas biotíticas porfídicas de grano medio. Tipo Atalaya Real. Situadas en la zona del río Guadarrama , en el área de El Chaparral, aparecen recubiertas por depósitos Cuaternarios y suelos que, aunque de potencia muy reducida, no permiten visualizar grandes extensiones de estas rocas graníticas.
- Adamellitas biotíticas de grano medio. Tipo Zarazalejo-Valdemorillo. Se distribuyen por el área de La Herrería, Casas de Puerta Verde, El Jaral y pequeños enclaves de El Campillo, dejando paso a los afloramientos de rocas ígneas prehercínicas a partir de una línea imaginaria que se correspondería con la carretera M-600.
- Depósitos neógenos. Pequeño enclave que se apoya sobre sedimentos Paleógenos (conglomerados), y que en la zona de estudio quedan constituidos por bloques y cantos de granitos y gneises.
- Bloques y cantos de granitos y gneises. En el término municipal de San Lorenzo de El Escorial, se sitúan en la zona donde se asienta el casco urbano, el Monasterio y la Urbanización de Los Escoriales.
Depósitos pleistocenos y holocenos
Situados en la parte más nororiental del término municipal, sobre la que discurre el río Guadarrama. Se trata de materiales que forman los depósitos cuaternarios relacionados con el desarrollo de la red hidrográfica actual y con procesos de erosión diferencial de las zonas graníticas. Se encuentran muestras abundantes a lo largo del río Guadarrama y de los diferentes arroyos que surcan el territorio municipal, así como en todo el sector suroriental del municipio, en la zona sobre la que se localiza el Campo de Golf de La Herrería, en el valle de los Arroyos de el Batán y de la Casla, al norte de la carretera M-505.
En este tipo se diferencian los depósitos Pleistocenos de cantos, gravas y arenas (terrazas), arenas y limos (charcas) y cantos, gravas y arenas (fluviales y fondos de valle).
- Cantos, gravas y arenas (terrazas). Se localizan en el extremo más nororiental del término municipal, entre los Arroyos Guatel primero y segundo, y pertenecen al nivel de terrazas del río Guadarrama. Aparecen constituidas por cantos, gravas y arenas de naturaleza ígnea y metamórfica de alto grado (granitos, gneises y cuarzo), arcósicas y alimentadas por el producto de la erosión del zócalo hercínico y de los sedimentos terciarios sobre los que se instalan.
- Cantos, bloques, arenas y limos (aluvial y coluvial). Situados al este de la carretera M-600, en la zona de El Campillo, en la zona donde se localiza el Hospital y la Academia de Policía y junto al Arroyo del Batán, entre la M-505 y el casco urbano (donde se ubica el Campo de Golf). Se localizan en los márgenes de los cursos fluviales y se relacionan con depósitos de tipo periglaciar.
- Arenas y limos (charcas-navas). Están constituidos por depósitos mixtos de granulometría fina que se ubican en áreas deprimidas y mal drenadas. En la actualidad, algunas de ellas son funcionales, mientras que otras se remontan a épocas pleistocenas más frías. Se localizan en el extremo nororiental del término municipal, al Norte del río Guadarrama, en el área de Los Negrales.
- Cantos, gravas y arenas (aluviales y fondos de valle). Constituidos por sedimentos ligados a cursos fluviales (estacionales o no) de naturaleza poligénica (granitos, gneises, cuarzo, etc.) y granulometría muy heterogénea. Su localización se corresponde principalmente con los cauces del río Guadarrama, y de los arroyos de los Guateles Primero y segundo y del Batán.
Climatología
La Comunidad de Madrid se encuentra en el ámbito del clima mediterráneo, si bien la situación en el interior de la meseta impone la existencia de una fuerte continentalidad que se refleja en un régimen térmico muy contrastado, que hace que los veranos sean muy calurosos y con escasas precipitaciones.
En San Lorenzo de El Escorial estos rasgos generales se ven alterados por la incidencia de diversos factores entre los que destaca el relieve por cuanto la altitud y la orientación orográfica influyen sobre el régimen térmico y sobre el pluviométrico del municipio.
El régimen pluviométrico presenta unos niveles de precipitaciones anuales en torno a los 855,5 mm. La distribucion anual de las precipitaciones se asemeja a la del clima mediterráneo, si bien el máximo de precipitación no se corresponde en San Lorenzo con el otoño y primavera sino con el invierno. En verano las precipitaciones son escasas, situándose en torno a los 50 mm.
Las temperaturas tienen un régimen parecido al de las zonas de piedemonte. La temperatura media anual es relativamente inferior a los 14°C. Las máximas aparecen en julio y agosto (24,3°C y 23, 8°C respectivamente), mientras que las mínimas se manifiestan en los meses diciembre y enero (5,1°C y 4,9°C respectivamente). Estos datos reflejan una amplitud térmica próxima a los 19,9 º bastante elevada respecto a las temperaturas medias anuales de la zona, lo que refleja una importante continentalidad en el clima, aunque atemperado por la cercanía de la Sierra respecto a localidades situadas al Este del río Guadarrama.
Las temperaturas medias de las máximas mensuales se registran entre julio y agsoto y se situan entre los 32,8 y 32,4°C, estableciéndose las máximas absolutas mensuales en los 38,5º. Por lo que se refiere a las temperaturas medias mínimas mensuales los registros más bajos se recogen en enero (-0,1°C) y diciembre (0,2°C), registrándose mínimas absolutas de -5 °C en enero y -4,6°C en diciembre.
Estas reflejan una de las características de los climas de tipo mediterráneo: el periodo de sequía estival. Desde la segunda quincena del mes de junio hasta primeros de septiembre existe un déficit hídrico bastante significativo, con un volumen de precipitaciones que apenas supera los 50 mm en este periodo y unas temperaturas medias prácticamente siempre por encima de los 20°C.
Vegetación
El término municipal de San Lorenzo de El Escorial se ubica en el piso supramediterráneo (Rivas-Martínez, 1962) dentro del Sector Guadarrámico de la Provincia Carpetano-ibérico-leonesa y Distrito Guadarrámico.
La vegetación potencial clímax está constituida por los Melojares Guadarrámicos (Luzulo-Quercetum pyrenaicae) y los Pinares y Piornales (Junípero-Cytisetum purganitis). El carácter clímacico del melojar y del encinar es evidente, ya que casi todo su dominio se encuentra ocupado, tanto por manchas de bosque, como por sus etapas de sustitución: retamares, tomillares, etc.
Junto con los melojares y pinares, aparecen otras comunidades vegetales (algunas de ellas indicadoras de la provincia corológica Carpetano-ibérico-leonesa), como son los encinares carpetánicos (Qunipero oxycedri- Quercetumrotunditoliae), fresnedas (Querco-Praxinetum angustifoliae), alamedas (Rubio populeton albae), jarales pringosos (Rosmarino- Cistetum ]adaniferi), retamares (Retamion sphaerocarpae), zarzales y rosaledas oligotrofos (Rubo ulmifolii-Roseturn corymbiferae).
Melojares guadarrámicos (asociación Luzulo forsteri-Quercetumpyrenaicae)
Son los bosques de Quercus pyrenaica del Guadarrama, que se asientan sobre suelos ácidos y ocupan una banda altitudinal que oscila entre los 1.200 y los 1.700 metros. En el bosque de melojos aparece una rica gama de especies herbáceas y leñosas, apareciendo entre éstas últimas: serbal de cazadores (Sorbusaucuparia), cerezo silvestre (Prunus avium), acebo (Ilex aquifolium), o abedul (Betula celtiberica) en las zonas más húmedas. En las zonas más abiertas, aparecen majuelos (Crataegus monogyna),escoba negra (Cytisus scoparius), zarzamoras (Rubus ulmifolius), madreselva (Lonicera periclymenum), genista florida, etc., mientras en los estratos herbáceos abunda el helecho águila o común (Pteridiurnauilinum), Festuca rubra, Agrostis capillaris, Poa nemoralis, Paeoniabroteroi, Narcisus pllidulus, etc. Los matorrales que ocupan el lugar del melojar cuando ha desaparecido, son de distinto tipo, siendo el piornal con iniesta (Cytiso-Genistetum cinerascentis) el que le sustituye en las zonas altas, mientras que los jarales mediterráneos (Genisto-Cistetum laurifolii) lo hace en las zonas más bajas.
Históricamente han soportando un intenso aprovechamiento ganadero y silvícola, con el pasto libre a diente del ganado vacuno y equino, aprovechando el parcelamiento de las dehesas. Sin embargo, la silvicultura se ha orientado hacia el cultivo del pino de Valsaín. Estos se reconocen fácilmente por presentar un sotobosque de helecho común y zarzamoras. Aparecen magníficos ejemplos en la zona de la Silla de Felipe II, en la que aún puede verse una importante catena de vegetación natural que, desde mayor a menor altitud, se corresponde con el melojar, jaral con iniesta, comunidad forestal de grandes hierbas, dehesa de fresnos a partir de la fresneda (Querco-Fraxinetum angustifoliae), prado de diente (Cynosurion cristatí) y zarzal (Rubo-Rosetum corymbiferae).
Pinares (asociación Junípero-Cytisetum purganis subs.Pinetum sylvestris)
Los pinares en Madrid hacen referencia al pino de Valsaín (Pinus sylvestris), que ocupa una banda serrana comprendida entre los 1.600 y los 2.100 metros. Aunque no son los únicos que pueden aparecer en la zona, sí son los «genuinos». En la sierra en raras ocasiones supera los 20 metros (zonas de Navafría o Valsaín). El pinar es un bosque aciculifolio compuesto en exclusiva por pinos en su estrato arbóreo. Por el contrario, el estrato arbustivo es bastante denso gracias a la luz que recibe y se caracteriza por la presencia de enebros rastreros (Juniperus communis subsp. nana) y de piornos serranos (Cytisus purgans). En el estrato herbáceo abundan Deschampsia ilexusa y Jasione lavis. También abundan los líquenes y musgos, destacando la asociación Pseudoevernietum furfuraceae, que presenta un grado de recubrimiento entre el 40 y el 70%. Generalmente se presentan sobre suelos con una degradación de la materia orgánica muy lenta (leptosoles), incrementada por la presencia de la acción biocida de las acículas.
Encinares Carpetanos (asociación Junípero oxycedri-Quercetum rotundifoliae)
Es un buen ejemplo de bosque esclerófilo mediterráneo. El lento desarrollo de la encina y las condiciones ambientales, bastante lejanas de los óptimos para su regeneración, justifican la escasez de buenos ejemplos en la localidad. En el interior del bosque y fundamentalmente en los claros y bordes, se desarrolla un segundo estrato más bajo, formado por encinas jóvenes y algunos ejemplares de enebro de miera (Juniperus oxycedrus), así como por otros arbustos como la jara pringosa (Cistus ladanifer), la retama de bolas (Retamasphaerocarca), el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymusmastichina y T. Zygis), el cantueso (Lavanda pedunculata), el rasco (Rascas aculeatus), la rubia (Rubia peregrina), la madreselva (Loniceraetrusca), el torvisco (Daphne gnidium), el majuelo (Crataegusmonogyna), el jaguarzo blanco (Halium viscosum), la aulaga (Genistahirsuta) y otras especies de menos porte como Artemisa campestris, ruda montesina (Ruta montana), Dactylis glomerata, Bromas sp., tigrostis stolonifera, Trifolium cherlerii, T. Subterraneum y Senecio vulgaris.
En determinadas zonas, el enebral sustituye el encinar paulatinamente, representando una etapa de degradación del mismo, debido a la explotación intensa que ha sufrido la encina para carboneo como combustible, respetando el enebro por su menor interés. El intenso aprovechamiento ganadero que han sufrido las áreas forestales del municipio ha supuesto que el porte y densidad de los encimares no sea muy elevado. No obstante, importantes manchas de encinares adehesados pueden verse al este de la carretera M-600, mientras que el encinar con enebro se puede observar en las laderas próximas a la zona conocida como La Pizarra.
Fresnedas (asociación Querco-Fraxinetum angustifoliae)
Habitan las zonas de valle y suelos frescos y con nivel freático próximo a la superficie. La fisonomía es la de una dehesa de fresnos utilizada para pastos en la que se respetan los árboles para dar sombra al ganado o para el aprovechamiento de sus varas. En su estructura aparecen plantas propias de otros bosques caducifolios, tales como el arraclán (Frangula alnus), el espino cerval (Rhamnus catártica), el olmo (Ulmus minor), junto con algún sauce (Salix fragilis) y plantas típicas de la asociación Rubo ulrnifolii-Rosetum corymbiferae. Junto a ellos pueden encontrarse plantas herbáceas como el helecho águila (Pteridium aquilium), galio (Galium mollugo), narciso (Narcissus bulbocodium), etc. Aún mantiene un alto sentido cultural, existiendo muy buenos ejemplos en todo el sector noreste del término municipal, asociados a dehesas con aprovechamiento ganadero.
Alamedas (asociación Rubo-Populeton albae)
Las alamedas o choperas penetran en el dominio mediterráneo aprovechando la humedad edáfica de las vegas. En esta asociación se encuentran el álamo negro (Populus nigra) y el álamo blanco (Populus alba), con un elevado número de variedades e híbridos. Los chopos, componentes principales de la asociación, aportan la mayor parte de la biomasa y determinan el gradiente de luz. Junto a ellos aparecen numerosas plantas y árboles, como los olmos (Ulmus minor), algún fresno (Fraxinus angustifolia), sauces arbóreos (Salir alba, S, fragilis). Por debajo del dosel de copas, aparece otro nivel leñoso formado por otras especies de arbustos como el majuelo (Crataegus monogyna) y el cornejo (Cornus sanguínea). Asociados a estos, aparecen una serie de plantas que trepan sobre los árboles y arbustos a través de raíces adventicias, como la hiedra (Hedera helix), o mediante garfios, como la zarzamora (Rubus caesius). Tanto en las riberas de los arroyos del Boquerón, Batán, Guatel y en el río Guadarrama, pueden observarse buenos ejemplos de esta asociación.
Jarales pringosos (asociación Rosmarino-Cistetum ladaniterí)
Constituye uno de los más genuinos matorrales mediterráneos, y aparece dominado por la jara pringosa (Cistus ladaniter) y por el romero (Rosmarinus officinalis) que se asientan sobre los suelos ácidos del piso mesomediterráneo de la Meseta. El jaral es un matorral relativamente pobre en flora compuesto generalmente por la jara pringosa, el romero, el cantueso (Lavanda stoechas subsp. pedunculata) y el tomillo blanco (Thymus mastichina), aunque en zonas más ricas pueden aparecer otras especies como los enebros (Juniperus oxycedrus), la carrasca (Quercus rotunditolia) y el Torvisco (Daphne gnidium). En la zona de San Lorenzo de El Escorial, lluviosa, cálida y atemperada también aparece la aulaga (Genista hirsuta), y los retamares. El intenso aprovechamiento ganadero y silvícola del territorio implica que no existan buenos ejemplos de jarales en el término municipal. Sin embargo, en pequeños sectores de los encinares de ladera, pueden observarse asociados a las manchas de matorral y monte bajo de estas zonas, así como en las zonas limítrofes del área de encinares.
Retamares (asociación Retamion sphaerocarpae)
Caracterizados por la retama de bolas (Retama sphaerocarpa). Dependen del piso meso–mediterráneo, por lo que disputa el territorio a los jarales, romerales, esplegueras y espartales. Sobre los suelos ácidos de San Lorenzo de El Escorial se desarrolla un retamal con escoba negra (Cytiso scoparrii-Retametum). Esta retama negra (Cytisus scoparius) se asocia en determinados lugares junto con la aulaga, funcionando como una asociación pre-forestal, con lo que la regeneración del bosque resulta más sencilla que en otras asociaciones correspondientes a la degradación del bosque. Debido a su explotación ganadera, el retamar se reduce a un pastizal con retamas, como los que se pueden observar junto a la carretera M-600. También aparecen manchas de retamar en las zonas de afloramientos rocosos y de eriales.
Zarzales y rosaledas oligotrofos (asociación Rubo ulmifolii-Rosetum corymbiferae)
Las zarzas y escaramujos (rosas) son las plantas fisonómicamente dominantes en esta asociación. La presencia de Rubus ulmifolius junto con Rosa corymbifera (a la que se asocian otras especies de rosas, como R.canina), es la característica principal de esta asociación, a la que se añaden majuelos (Crataegus monogyna), endrinos (Prunus spinosa), ortigas, esparragueras (Asparagus acutifolius), etc. Cuando se encuentra desarrollado, el zarzal presenta una estructura cerrada, formado por nanofanerófitos espinosos cuyas ramas se entrecruzan y traban hasta conformar un entramado vegetal imposible de atravesar. Aquí se localizan sobre suelos mal aireados, con la capa freática próxima a la superficie debido a su situación junto a pequeños cursos de agua, o en las proximidades de muros de piedra que retienen la humedad del terreno.
Usos del suelo
Altas Zonas serranas
Los relieves elevados de la zona de Abantos, Puerto de San Juan, Puerto de Malagón y Cuelgamuros (muchos de ellos Montes de Titularidad Pública o de Patrimonio Nacional), diseccionan el espacio, modifican su estructura paisajística y permiten que les sean asociados los principales elementos de vegetación natural que aparecen en el ámbito de estudio, como son las áreas de Pinares y Pinares en zona muy rocosa.
Por su parte, la zona de La Herrería y diversos sectores de Casas del Valle, Barranco de la Cabeza o Solana del Ventisquero presentan importantes formaciones de melojar, que, en el primer sector, se encuentra ampliamente desarrollado, mientras que en las zonas más altas, aparece aclarado y, en ocasiones, mezclado con zonas de pinar.
Laderas
En estas zonas pueden observarse áreas con matorral y pastizal con arbolado disperso, sobre todo en las zonas de La Pizarra y La Solana. Presentan una disposición fisionómica en la que predominan la retama negra (Cytisus scoparius), junto con pequeñas zonas de retama de bolas (Retama sphaerocarpa) y jaras (Cistus ladanifer). A estas se le asocian pequeños sectores de encinas, enebros y esparragueras. Al clarearse el matorral, aparecen diversas zonas en las que el erial pastizal concentra numerosas gramíneas, esparragueras, encinas y enebros. En sectores próximos (Casa de la Cabeza de Gato) se han producido repoblaciones de Pinus pinaster.
Rampa
Localizada en el sector oriental del término municipal, al este de la M-600, aparece un amplio espacio dominado por fresnedas, melojares, prados y encinares (pastizal, erial, arbolado con cobertura laxa, matorral con arbolado disperso y pastizal con arbolado disperso), de vocación eminentemente ganadera. Las grandes propiedades de dehesas de fresno y encina (Casas del Campillo, Casas de Puerta Verde, El Jaral, Tentadero, etc.) sostienen una intensa actividad ganadera, en la que pasta el ganado bravo.
Sin embargo, en las pequeñas fincas, el arbolado ha ido dejando paso a los pastizales y eriales. Entre estas zonas abiertas se mantiene un entramado de zonas con arbolado con cobertura laxa y matorral con arbolado disperso, que se corresponden con Montes Protegidos por la Ley Forestal de la Comunidad de Madrid.
Cursos fluviales
Atravesando estas zonas, pueden observarse diversos cursos de agua más o menos estacionales (Arroyos de los Guateles), así como el río Guadarrama. En ambos casos, incorporan una mayor diversidad a las fincas que atraviesan.
Fauna
San Lorenzo de El Escorial cuenta con un territorio muy variable que presenta una dualidad importante entre un espacio ganadero y un entorno de vegetación natural más o menos degradada. Esto implica la existencia de numerosos hábitat y condiciona la estructura y la diversidad de las comunidades faunísticas, entre las que la ornítica aparece como la más representativa.
Si a esto se añade que alguna de estas comunidades se encuentra en un estado de conservación relativamente bueno, la abundancia e importancia de la fauna existente en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial puede ser considerada como relevante.
Los hábitats faunísticos más característicos del municipio son:
Zona agrícola-ganadera (área de prados, dehesas y eriales)
Articula gran parte del espacio situado al Este de la carretera M-600. Este tipo de hábitat está constituido por prados con setos y arbolado, dehesas, eriales y áreas más amplias de pastizal.
Este medio es bastante inhóspito para los anfibios y reptiles, aunque aparecen especies como el sapo común (Bufo bufo) entre los primeros, y el lagarto ocelado (Lacerta ocellata), la lagartija ibérica (Podareis hispánica), la Lagartija colirroja (Psamodromus algirus), la Lagartija cenicienta (Psamodramus hispanicus), la culebra de escalera (Elaphe scalaris) y la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), entre los segundos.
Los mamíferos son más abundantes. Entre los herbívoros destacan por su tamaño el jabalí (Sus scrofa), el conejo (Oryctolagus cuniculus) o la liebre ibérica (Lepus granatensis), aunque también existen pequeños mamíferos como el topillo común (Microtus duodecimcostatus), el ratón de campo (Tipodemus sylvaticus), el ratón moruno (Mus spretus), el ratón casero (Mus musculus), la rata común (Rattus novergicus), la musaraña común (Crocidura russula), el topo (Talpa occidentalis) y el erizo común (Erinaceus europaeus). Dentro de los carnívoros, el zorro (Vulpes vulpes), el tejón (Meles meles) y la comadreja (Mustela nivalis) son los más representativos.
La comunidad de aves tiene mayor importancia dentro de este tipo de hábitat. El uso agropecuario dominante y la variabilidad y estacionalidad de los prados condiciona los recursos tróficos de los que van a disponer las aves, y por tanto, su abundancia.
Entre las especies nidificantes más características podemos encontrar:
- No passeriformes: como el gavilán (liccipiternisus), al cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), mochuelo (Athene noctua), chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), carraca (Coracias garrulus), abejaruco (Merops apiaster), abubilla (Upupa epops), codorniz (Coturnix coturnix) y perdiz roja (Alectoris rufa)
- Passeriformes: entre los que aparecen la terrera común (Calandrella brachydactyla), cogujada común (Galerida cristata), cogujada montesina (Galerida theklae) y la totovía (Lullula arborea), destacando igualmente por su abundancia el triguero (Miliaria calandra).
Áreas forestales de melojar, pinar y encinar
Su buena conservación y la alta variabilidad de hábitats implican la existencia de una importante diversidad faunística que se complementaría con la anterior. Las zonas de melojar y pinar del Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería y de Cuelgamuros, que constituyen la zona declarada como Lugar de Importancia Comunitaria LIC ES3110005 «Cuenca del río Guadarrama», forman un corredor natural entre las Zonas de Especial Protección para las Aves «Encinares de los ríos Alberche y el Cofio» y «Monte de El Pardo», creando un área de colchón y de interconexión de gran importancia para alguna de las especies más importantes que aparecen en estas ZEPAs, tales como el águila imperial ibérica (Aquila adalbertí), el águila real (Aquila chrysaetos), el buitre negro (Aegypius monachus), el águila azor perdicera (Hieraaetus fasciatus), la cigüeña negra (Ciconia nigra), especies todas ellas que se pueden observar en las zonas boscosas de San Lorenzo de El Escorial
También aquí se pueden apreciar la mayor parte de los anfibios y reptiles presentes en la zona ganadera, al sapo partero común (Alytes obstetricans), el sapillo moteado (Pelodytes punctatus), el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), el sapo corredor (Bufo calamita), la culebrilla ciega (Blanus cinereus), la culebra de herradura (Coluber hippocrepis), la culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus) y la culebra lisa meridional (Coronella girondica).
Entre los mamíferos se encuentran la musarañita (Suncus etruscos), el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), el murciélago pequeño de herradura (Rhinolphus hipposideros), el murciélago mediterráneo de herradura (Rhinolphus euryale), el murciélago ratonero grande (Myotis myotis), el murciélago orejudo meridional (Plecotus austriacus), el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus), el lirón careto (Eliomys quercinus), la rata campestre (Rattus rattus), el gato montés (Felis sylvestris), la gineta (Genetta genetta) y el jabalí (Sus scrofa).
De nuevo, las aves constituyen el grupo faunístico más importante, destacando:
- No passeriformes: como el milano negro (Milvus migrans), el milano real (Milvus milvus), el azor (Accipiter gentilis), el gavilán ( Accipiter nisus), el busardo ratonero (Bateo bateo), el águililla calzada (Hieraaetus pennatus), el alcotán (Falco subbuteo), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), la perdiz roja (Alectoris rufa), la paloma bravía (Columba livia), la paloma zurita (Columba nenas),la paloma torcaz (Columba palumbus), la tórtola europea (Streptopelia turtur), el críalo europeo (Clamator glandarius), el cuco común (Cuculus canorus), la lechuza común (Tyto alba), el autillo europeo (Olas scops), el búho real (Bubo bubo), el cárabo común (Strix aluco), el mochuelo (Athene noctua), el chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), la carraca (Coracias garrulus), el abejaruco (Merops apiaster), la abubilla (Upupa epops), el vencejo común (Apus apus), el pito real (Picus viridis) y el pico picapinos (Dendrocopos major).
- Passeriformes: como la golondrina común (Hirundo rustica), el avión común (Delichon urbicum), la tarabilla común (Saxicola torquatus), la collalba rubia (Oenanthe hispanica),el mirlo común (Turdus merula), el zorzal charlo (Tordus viscivorus), la curruca rabilarga (Sylvia undata), la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), la curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), el reyezuelo listado (Regulus ignicapilla), el mito (Aeghitalos caudatus), el herrerillo capuchino (Parus cristatus), el herrerillo común (Paros caeruleus), el carbonero garrapinos (Paros ater), el carbonero común (Paros major), el agateador común (Certhia brachydactyla), el alcaudón común (Lanius senator), el alcaudón real meridional (Lanius meridionalis), el arrendajo (Garrulas glandarius), el rabilargo (Cyanopica cyana), la urraca (Pica pica), la grajilla (Corvos monedula), la corneja negra (Corvos corone), el estornino negro (Sturnus unicolor), el gorrión común (Passer domesticus), el gorrión moruno (Passer hispaniolensis), el gorrión molinero (Passer montanus), el gorrión chillón (Petronia petronia), el pinzón vulgar (Fringilla coelebs), el piquituerto (Loxia curvirostra), el verdecillo (Serinus serinus), el verderón común (Carduelis chloris),el verderón serrano (Serinus citrinella), el jilguero (Carduelis carduelis), el pardillo común (Carduelis cannabina) y el escribano montesino (Emberiza cia).
Vegas de los arroyos y barrancos
Presentan una abundante diversidad de especies animales debido a la presencia de agua. Los anfibios y reptiles son abundantes. A los mencionados en los hábitat anteriores hay que añadir el gallipato (Pleurodeles waltl), el sapillo pintojo (Discoglossus galganoí), la rana de San Antón (Hyla arborea), la rana común (Pelophylax perezi), el galápago leproso (Mauremys caspica), el galápago europeo (Emys orbicularis), el eslizón ibérico (Chalcides bedriagaí), el eslizón tridáctilo (Chalcides chalcides), la culebra de collar (Natrix natrix) y la culebra viperina (Natrix maura).
Las aves siguen siendo el grupo más abundante. A las enunciadas en los otros dos hábitats habría que añadir varias especies íntimamente ligadas a la presencia de agua o de la vegetación asociada:
- No passeriformes: como el ánade real (Anas platyrhynchos), la polla de agua (Gallinula chloropus), el andarríos chico (Actitis hypoleucos), la focha común (Fulica atra), el chorlitejo chico (Charadrius dubius) y el martín pescador (Alcedo atthis).
- Passeriformes: como la golondrina dáurica (Hirundo daurica), la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), la lavandera blanca (Motacilla alba), el chochín (Troglodytes troglodytes), el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), el ruiseñor bastardo (Cettia cettí), el zarzero común (Hippolais polyglotta), la oropéndola (Oriolus oriolus), la curruca capirótada (Sylvia atricapilla) y el escribano soteño (Emberiza cirlus).
Espacios protegidos
Diferentes normativas contribuyen a la protección y conservación del espacio natural de San Lorenzo de El Escorial. Por su importancia se destacan las siguientes:
Paraje Pintoresco de «El Pinar de Abantos y zona de La Herrería»
Mediante el 2418/1961, de 16 de noviembre (B.O.E. n° 292 de 17/12/1961) se protege una superficie de aproximadamente 1.171 hectáreas situadas mayoritariamente en San Lorenzo de El Escorial y en menor medida en Santa María de la Alameda.
Se trata de un paraje de indudable valor paisajístico situado en las inmediaciones del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial que combina extensiones de un espeso pinar (Monte Abantos), en el que se encuentran especies forestales introducidas de interés botánico, y de una amplia zona en la que predominan los quejigos y los fresnos (La Herrería).
En el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid de 8 de Junio de 1965 se publicó la Orden Ministerial de la Ordenanza Reguladora del Paraje Pintoresco de adicional Interés Nacional «Pinar de Abantos» de San Lorenzo de El Escorial (Madrid)
LIC ES 3110005 «Cuenca del río Guadarrama» (Red Natura 2000)
Con 34.109 hectáreas de superficie conforma un espacio que queda determinado por el eje del río Guadarrama y por los relieves serranos de la zona de Abantos y La Herrería en San Lorenzo de El Escorial, y la zona del Embalse de La Jarosa en el municipio de Guadarrama. Este LIC queda conectado con el de la Cuenca del río Manzanares y con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Este sector ha sido catalogado teniendo en cuenta la presencia de diversos Hábitat Tipo del Anexo I de la Directiva 92/43/CEE(Hábitats), concretamente:
- 3280 «Ríos Mediterráneos de corriente no estacional con especies de Paspalo llgrostidium y bosque galería de Salix spp. y Populus alba» dentro de los Hábitat de agua dulce(aguas corrientes).
- 8320 «Macizos silíceos con vegetación de piornalde Sedo-Scleranthion o Sedo albi-Veronicion dillenii» dentro de los Hábitat de montaña con vegetación de piornal.
A estos hay que unir la presencia de especies zoológicas incluidas en el Anexo II.
La inclusión del eje del río Guadarrama y las zonas de Abantos y La Herrería permite poner en contacto la ZEPA «Encinares del Suroeste» con el río Guadarrama y, por consiguiente, con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Por consiguiente, la delimitación de este LIC parece deberse más a motivos «paisajfsticos», incorporando las vegas de los ríos como corredores verdes que permitan el movimiento de la fauna. La importancia de esta zona radica no solo en el sistema de relaciones ecológicas que se conservan en el bosque de galería y en los pinares y melojares serranos, sino que además ejerce un papel de «corredor ecológico».
Montes preservados
Junto con el área de LIC y el Paraje Pintoresco, las masas forestales de encina, fresno y robles situados al este de la carretera M-600, han quedado incorporadas por la Ley Forestal de la Comunidad de Madrid dentro de esa categoría.
Espacios naturales de interés
Monte Abantos
Monte de Utilidad Pública, inscrito en el catálogo provincial con el número 46 y denominado “La Jurisdicción”.
Propiedad: Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial.
Superficie: 852 ha.
Altitud máxima: 1.754 m (Pico Abantos).
Usos: Recreativo, cinegético, ganadero y forestal.
Figuras de protección: incluido en el Catálogo de Espacios Protegidos de la Comunidad de Madrid, ya que forma parte del declarado “Paraje Pintoresco Pinar de Abantos” por Decreto del 16 de noviembre de 1961, y forma parte del Lugar de Interés Comunitario “Cuenca del Río Guadarrama”. Además lo atraviesa la tapia maestra de la Cerca histórica de Felipe II, incluida en la declaración del “Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial constituido por el ámbito delimitado por la Cerca de Felipe II», como Bien de Interés Cultural en el año 2006. Incluido también en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama con la figura de Paisaje Protegido.
Vías pecuarias que lo atraviesan: Cañada Real Leonesa y Cordel del Valle.
Vegetación predominante y/o destacable: En el estrato arbóreo destaca el pino laricio (Pinus nigra), pino resinero (P. pinaster) y el pino silvestre (P. sylvestris). Varias especies y/o ejemplares presentes en el monte se encuentran en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, con algún grado de protección.
Fauna destacable: cuenta con numerosas especies de fauna, de las cuales muchas se encuentran protegidas, bien estando incluidas en el Catálogo Regional o Nacional de Especies Amenazadas o bien por el Convenio de Berna o por la Directiva Hábitat.
Bosque de La Herrería
Propiedad: Patrimonio Nacional.
Superficie: 475 ha.
Altitud máxima: 1.083 m (Silla de Felipe II)
Usos: Recreativo y ganadero.
Figuras de protección: incluido en el Catálogo de Espacios Protegidos de la Comunidad de Madrid, ya que forma parte del declarado “Paraje Pintoresco Pinar de Abantos y zona de La Herrería” por Decreto del 16 de noviembre de 1961, y forma parte del Lugar de Interés Comunitario “Cuenca del Río Guadarrama”. Además lo atraviesa la tapia maestra de la Cerca histórica de Felipe II, incluida en la declaración del “Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial constituido por el ámbito delimitado por la Cerca de Felipe II” como Bien de Interés Cultural en el año 2006. Incluido también en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama con la figura de Paisaje Protegido.
Vegetación predominante y/o destacable: dehesa mixta de fresnos (Fraxinus angustifolia) y robles (Quercus pirenaica) y melojar. Varias especies y/o ejemplares presentes en el bosque se encuentran en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, con algún grado de protección.
Fauna destacable: cuenta con numerosas especies de fauna, de las cuales muchas se encuentran protegidas, bien estando incluidas en el Catálogo Regional o Nacional de Especies Amenazadas o bien por el Convenio de Berna o por la Directiva Hábitat