Presentación del libro «Cementerios azules»

La novela se estructura en 5 Partes y 15 capítulos, conteniendo dos temas en paralelo que se desarrolla hasta el final de la misma. El primero de los temas, LOS EFECTOS DE LA EDUCACIÓN, se subdividen en el poder positivo de dicha educación, y, al mismo tiempo, el posible efecto negativo de una profunda y original educación literaria, en los niveles del antiguo Bachillerato, dado que la novela se desarrolla desde 1980 hasta los primeros años del siglo XXI.

Darío Centeno, profesor de Literatura, al llevar a cabo un método tan profundo y original, se cuestiona el bien o el mal que le hace a aquellos alumnos, como el gran personaje principal de la novela, Vicente Morera con el sobrenombre de Orlando, quienes procedentes de un entorno cultural bajo, les puede perturbar hasta el punto de producirles con el tiempo una especie de bipolaridad psíquica, clave en el desarrollo de su personalidad. Más si cabe, cuando el segundo tema de la novela, la necesidad de identidad y de conocer las raíces en los niños adoptados cuando son adultos y se han enterado de su situación de manera casual, le afecta tanto a la conducta que les causas trastornos, los cuales requieren tratamiento psiquiátrico.

Vicente Morera, sin cerrar la comunicación con su antiguo e idolatrado profesor de Bachillerato, después de repetir voluntariamente el COU tres veces y estudiar Psicología en la Universidad de Sevilla, comienza la búsqueda de su identidad y de sus orígenes, para lo cual tiene relaciones sentimentales con mujeres mayores que él, y después de vivir en Oxford, Gales del Sur (donde se desarrolla una buena parte de la novela y donde vive, casado con una viuda de un profesor de Oxford, una especie de retiro en una naturaleza de gran belleza), y recorrer el centro de Europa, con la ayuda del contratado detective Horacio Quiroga, reconoce la tumba de su madre en el cementerio rumano de la ciudad de Galati, sufriendo un ataque al corazón mientras asiste a una velada clandestina de boxeo, en uno de los barrios marginales de la ciudad, mezcla de cultura otomana, judía y rusa, atraído por la posible profesión del padre, quien al parecer hasta meterse en la mafia y perder la vida, se había dedicado al boxeo, deporte por excelencia del pueblo rumano.

Una vez más, la novela CEMENTERIO AZULES, como todas las de su autor, se caracterizan por el tratamiento psíquico de sus personajes, la originalidad en el tratamiento temático y expositivo –excepto en varios monólogos, la novela adopta el punto de vista de la tercera persona omnisciente-, la profundidad en la exposición de los temas, y la versatilidad, precisión y agilidad estilística, llevando al lector en volandas desde la primera página hasta la última.