Exposición: “Recordando a José Luis Rodríguez, Corialguez”
Este año y durante las Fiestas Patronales tendremos la oportunidad de volver a ver las obras de José Luis Rodríguez “Corialguez”. Del 9 al 15 de agosto en la Sala “Félix Bernardino”.
El motivo de esta exposición es gracias al ofrecimiento del M. I. Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, de la sala en la que estamos, para hacer una exposición retrospectiva de nuestro padre José Luis Rodríguez López conocido por el seudónimo de “Corialguez”, que como muchos de vosotros ya sabéis murió en enero del presente año. Como tal, la idea no es hacer una exposición al uso, sino dar una visión más amplia de las diversas facetas de nuestro padre como artista y colaborador en todo aquello relacionado con el arte y la cultura de este querido pueblo.
Nos dejaremos muchas cosas en el tintero, pero intentaremos ver aquellas más representativas de su trayectoria artística.
Nacido el 07 de octubre de 1933 en San Lorenzo de El Escorial en el seno de una familia muy humilde y con toda la crudeza de la postguerra, tuvieron que pasar tanto sus padres, Pedro y Lorenza como su hermana María del Carmen y el mismo, unas etapas muy difíciles y de muchas carencias.
Aprendió de su padre el oficio de la pintura industrial de la que hemos vivido muchos años y de la que fue empresario de una cuadrilla de trabajadores a su cargo que en algún momento pudo llegar a superar la decena de operarios, período que le supuso un gran desgaste físico y emocional.
Durante este período y ya en su tierna juventud, sintió ya la necesidad de la comunicación a través del arte, lo que le llevó desde muy chaval a ir a aprender dibujo y pintura con dos personas del pueblo que le marcarían su futuro. En palabras de él:
“Emilio Pardo, maestro que fue de muchos, de Abascal y mío, profesor que marcó nuestro rumbo, hombre de paciencia infinita y gran pintor. Él vio el Escorial en grises.”
“Alfredo del Moral, también profesor de nuestros comienzos y de siempre. Él sabía todo de la cocina del arte, gran decorador y escultor. Suyos son los techos del Coliseo Carlos III. Dibujó el Escorial en arabescos.”
Tengo entendido, que por aquella época mi padre necesitaba una caja de madera para poder tener la altura adecuada para llegar con cierta facilidad al caballete.
Ya más tarde de 1951 y 1952 nuestros abuelos (con mucho sacrificio), permitieron a nuestro padre matricularse por libre en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, a la que no se accedía sin una demostración previa de un dominio grande del dibujo y otras técnicas artísticas y por la tarde/noche al Círculo de Bellas Artes. Posteriormente durante los años 1954/55 estuvo trabajando en Madrid en el taller del muy afamado escultor Federico Collaut Valera, hijo de Lorenzo Collaut Valera.
No sabemos si como consecuencia de esto, años más tarde se le propuso el reto de realizar un conjunto escultórico en madera. Lo que hoy conocemos como “El Calvario”, que porta en Semana Santa la Cofradía de Hermanos del Cristo de la Buena Muerte, tallado en madera de pino de Valsaín, cedido por el Patrimonio Nacional de las vigas de las cubiertas que quedaron indemnes tras el último incendio que sufrió el Monasterio y que fueron cambiadas por acero.
No sin mucho esfuerzo, y tras innumerables viajes al Museo Nacional de Escultura de Valladolid a aprender la técnica de policromía en madera, fue al fin terminado allá por la primavera de 1960.
Además, durante estos años, también colaboró en la elaboración de varios carteles conmemorativos de la Semana Santa Escurialense de los que la Junta de Cofradías ha tenido a bien cedernos temporalmente de su fondo para esta exposición, por lo que tienen nuestro más sincero agradecimiento.
Tras bastantes años de sequía artística (sobre todo por la total dedicación a la empresa de pintura industrial, de la que ya he hecho mención) decidió jugársela y dedicarse por completo a su vocación de pintor artístico y así fue prácticamente hasta su final.
Ha tenido multitud de exposiciones muchas de ellas en esta misma sala y en todas las galerías que ha habido en este pueblo (Mellado, Floridablanca, Tiempo etc). También en Madrid, Toledo etc, tenemos constancia de que parte de sus cuadros han acabado viajando por los cinco continentes.
Ha sido también incansable colaborador en periódicos y revistas con artículos de arte y pensamiento (Semanario Escurialense, Revista Blanco y Negro de ABC, Gaceta del Coliseo, Ecos de la Sierra etc.), no limitándose a escribir sobre arte, sino que también tuvo una gran inquietud en tratar breves ensayos sobre temas más sociales como temas locales y visiones sociopolíticas, siempre desde su percepción humanística de la vida.
Tuvo que ver mucho en la creación del lanzamiento de esta Casa de la Cultura, en la creación de los Talleres de Artes Plásticas que conocemos hoy en día.
Muy al final, hablamos del año 2013, el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial estando entonces como alcalde D. José Luis Fernández-Quejo del Pozo y como concejal de cultura D. José Antonio Vara Moreno, tuvieron a bien conceder a nuestro padre La Medalla al Mérito Artístico de ese mismo año, en el acto llevado a cabo en el Coliseo Carlos III. Nuestro infinito agradecimiento por este reconocimiento en vida de nuestro querido padre.
En el período que va desde esta fecha hasta su fallecimiento en enero de este año (debido a una triste caída), nuestro padre ha pasado los últimos tiempos metido en su estudio de pintura, que para él era su lugar de retiro y meditación, pintando ya sin ningún afán comercial y con toda la libertad que te dan los años dando como resultado, al menos sus hijos lo creemos, la mejor cosecha de su obra artística.
Como todo artista y durante el año que sobrevivió a la caída, pero que le supuso una demencia importante, nuestro padre no dejó de sorprendernos a todos aquellos que le estuvimos acompañando en sus últimos días (incluido personal de residencias), de cómo cuando tenía en sus manos un lápiz y un papel,
rápidamente y de forma automática se ponía a dibujar lo que tenía en mente. Eso sí, todavía se pueden ver en sus últimos dibujos en los que todavía se podía distinguir su seguro e inconfundible trazo personal. Como se suele decir en estos casos y no es retórica: murió con el pincel en la mano.
Esperamos os guste esta exposición de “Recordando a José Luis Rodríguez, Corialguez”, que sus hijos hemos preparado con todo el cariño del mundo.
Susi y José Luis. Y su amor y compañera Juani.
JUNTO A ESTA EXPOSICIÓN QUE ESTÁ EN LA SALA FÉLIX BERNARDINO HASTA EL 15 DE AGOSTO
En la galería interior, y hasta el 6 de septiembre, hemos completado el homenaje a José Luis Rodríguez recordando su paso por la Casa de Cultura:
- Su papel muy importante, como el de otros artistas y amantes de la cultura, en los inicios de la Casa de Cultura
(Se puede ver a José Luis participando activamente en la Fiesta de Inauguración de la Casa de Cultura en abril de 1988)
- Sus exposiciones en las salas de la Casa de Cultura, gracias a las que tenemos obras suyas que forman parte del Fondo Municipal de Obras de Arte. En esta parte de la exposición homenaje se pueden ver 9 de estos óleos.