Ejecución del Presupuesto 2017: La mejor liquidación y situación financiera de nuestra historia, con un superávit de 3.953.257 €

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La semana pasada dábamos cuenta de un avance de la liquidación del presupuesto del 2017 con datos enviados al Ministerio de Hacienda pero esperando el informe del interventor. Dicho informe de Intervención, con fecha de 6 de febrero, confirma los datos avanzados, y creemos que es importante resaltar los principales aspectos de lo que ha sido la mejor liquidación presupuestaria y situación financiera de nuestra historia como ayuntamiento durante la democracia.

El superávit presupuestario alcanza un máximo histórico de 3.953.257 €. El remanente de tesorería ajustado, es decir caja en bancos y derechos pendientes de cobro netos de saldos de dudoso cobro y obligaciones pendientes de pago, es de 6.421.454 €. Es la mayor cifra jamás alcanzada por este Ayuntamiento y, por ponerla en contexto, es un 194% (casi tres veces) superior al remanente que heredamos a finales del 2014. Es también superior a la deuda con la que hemos cerrado el ejercicio (6.162.653€) mientras que en el 2014 representaba apenas el 23% de la deuda de entonces. Es llamativo también que la liquidación del 2014 arrojaba obligaciones pendientes de pago de 1.840.246 € del presupuesto cerrado y en 2017 sólo tenemos 354.045 €. Esto es un reflejo de nuestra política de reducir al máximo nuestro período medio de pago a proveedores que se encuentra en mínimos históricos. Como explicamos la semana pasada, esta cifra de remanente de tesorería unido al superávit, abre la puerta a inversiones financieramente sostenibles de al menos tres millones de euros y nos da una tremenda flexibilidad a futuro a la hora de optar por reducir deuda o por realizar más inversiones.

La deuda del Ayuntamiento cierra el 2017 en 6.162.153 €, que supone un 29,5% de los ingresos corrientes. En 2014 era 9.289.338 € y el 48,62%, respectivamente. La política de este Equipo de Gobierno ha sido la de seguir con el calendario de amortización de nuestra deuda, aprovechando los  superávits desde el 2015 en mejorar equipamientos e infraestructuras. La razón es muy sencilla: tenemos un nivel de endeudamiento bajo y con los tipos de interés en los niveles más bajos de la historia y por debajo de la inflación, no tiene sentido acelerar la amortización de la deuda, máxime cuando nos hemos encontrado con infraestructuras y equipamientos muy deteriorados por falta de inversión.

El ahorro bruto (ingresos corrientes menos gastos corrientes excluidos gastos financieros) se sitúa en 5.289.659 €, un 47% más de lo que heredamos a finales del 2014. El ahorro neto (ahorro bruto menos amortización de préstamos e intereses) se sitúa en 4.915.493 €, el doble exactamente del que heredamos a finales del 2014. Es importante señalar que los ingresos corrientes son un 9% superiores a los del 2014 pero el gasto corriente es sólo un 1% superior al del 2014.

Como explicábamos en la noticia del avance de la liquidación, estas cifras no son resultado del azar. Son la combinación de una política de austeridad en el gasto corriente y de un énfasis en la gestión tributaria y en la recaudación ejecutiva, además del impacto positivo de la recuperación económica. Hemos compartido los frutos de estas políticas fiscales con todos los vecinos: recortando impuestos por más de 500.000 € anuales, realizando el mayor plan de inversiones con financiación propia de nuestra historia, y sin recurrir a privatizar nuevos servicios o nuevos desarrollos inmobiliarios que mutilen nuestro paisaje. Por último se ha gestionado la información económica con un nivel de información y transparencia inédita hasta ahora en nuestro municipio.

Hay que  señalar que la buena liquidación del 2017 no es fruto de ninguna inejecución del gasto. Al contrario, se ha conseguido cumplir con la regla de gasto (el máximo que podemos gastar según el Plan Económico Financiero hasta ahora en vigor) quedándonos tan sólo en 155.000 € por debajo del techo marcado por la regla de gasto. La regla de gasto también implica que un superávit no supone necesariamente que se pueda emplear en bajar  impuestos más allá de lo que los hemos bajado hasta ahora. La regla supone que cualquier rebaja impositiva debe estar acompañada de una rebaja equivalente en gastos. El haber podido cumplir con la regla de gasto al mismo tiempo que hemos bajado los impuestos es la máxima prueba de nuestra capacidad para gestionar el gasto corriente.

  Informe de Intervención Liquidación de Presupuesto 2017

 

 

 

 

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